Fecha: 12 de Noviembre de 2011
Meteo: 20 ºC, Despejado, Viento moderado en la cima
Ruta: Desde el pueblo de Javierre del Obispo, 5.5 Km ida, vuelta por el mismo sitio
Desnivel: 1000 m
Hoy nos hemos acercado a este rincón del Serrablo para subir el Monte Oturia, vecina desde las alturas del municipio de Sabiñánigo, capital de la comarca del Alto Gállego.
Esta zona es conocida por la llamada ruta del Serrablo,
que recorre multitud de iglesias mozárabes y románicas construidas en el último
cuarto del siglo XI y el XII. Los pueblos son muy pequeños y acogedores,
crecieron alrededor de estas iglesias, apartados de las multitudes aún están
sin explotar urbanísticamente, menos mal.
Mojón de piedras en la cima |
Salimos de Zaragoza bastante pronto, a eso de las 8 de la mañana, llegamos a Javierre aproximadamente a las 10, aparcamos el coche sin problemas y tras bajar y calzarnos las botas la primera que viene a saludarnos es una mastín del pirineo….Marta quiere uno, jeje.
Nada más abandonar el pueblo el camino empieza a subir
alegremente, vamos abrigados pues es Noviembre y hace frío, pero no tardaremos
en quitarnos el polar y acabar en manga corta, el camino pronto se convierte en
senda, muy bien trazada, suponemos que se usará para subir las vacas que en el
puerto veremos…
No tiene pérdida, se sube y se sube durante
aproximadamente dos horas y se acaba llegando a una ‘explanada’ bastante grande
donde a la izquierda ya se ve nuestro objetivo, desde aquí se ve perfectamente el curso del
río Gállego, además de Sabiñanigo, Peña Oroel, las sierras de Partacúa
(Telera), se adivina Biescas tras una loma
y los picos de la Zona de Sallent detrás del cortado hecho por el río
entre la Sierra Tendeñera y la de Telera.
Tras un descanso para comer algo seguimos adelante y ya
nos disponemos a realizar el último empujón, a mi se me hizo bastante cuesta
arriba pues las botas estrenadas me hicieron una rozadura infinita….Consejo:
Doble calcetín, uno fino y tobillero debajo y uno grueso de algodón encima para
amortiguar, no da calor y alivia muchísimo la zona del talón, una semana me
costó a mi dejar de sentirlo… Aquí nos dimos cuenta de la necesidad de
comprarnos bastones, que alivian bastante y ayudan a avanzar sin sufrir
innecesariamente.
Llegamos arriba una horita después, esta es nuestra
primera cima del Pirineo, aunque sea una sierra exterior es muy especial, desde
aquí empezamos a planificar cuales serían las siguientes aunque de la mayoría
no sabíamos ni el nombre. Descansamos en la cima una media hora donde nos
encontramos un radioaficionado conectando con otra persona que estaba en la
cima de otro monte, creo recordar peña Oroel… Nos abrigamos pues el sudor y el
viento fresquito que soplaba hacían un pelín incómodo el estar arriba, después
de esto empezamos a bajar.
Comimos en un paraje muy original, un bosque con multitud
de claros… (Yo diría que era más un claro con muchos arbustos separados que
formaban a su vez zonas más abrigadas, como un laberinto de arbustos…)
No es una salida larga, y con el calor poco habitual a
estas alturas del año nos entró sueño,
como teníamos tiempo para una siestecilla nos tumbamos ahí mismo
esperando que las vacas no vinieran a echarnos…
Llegamos al coche a las 17:00 y de vuelta a Zaragoza.
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